jueves, 24 de septiembre de 2009

Rioja Blanco

No tengo ni puta idea de vinos blancos, de hecho nunca me atrevo a comprar. Me regalaron una botellas de Ínigo Amézola blanco y, sorprende, de verdad. Lo descorché para acompañar un gâteau de fromage au Gruyère, una especie de quiche. Unos amigos lo sirvieron con unas navajas a la plancha y se quedaron encantados. Muy recomendable.