miércoles, 3 de marzo de 2010

CQFD nº 73


Cromito para esa gran publicación francesa. El artículo no tenía desperdicio: Resulta que Ridley Scott se compró una casa en un pueblucho del Sur de Francia, en la que pasa una semana al año. Sus vecinos tienen una granja de cría de huevos y de pollos biológicos cuyo ruido y aspecto molestan al tontolaba del cineasta. Hay que añadir que la granja está a 300 m. de su casa. El muy cabrón les ha metido denuncias, pleitos y amenazas. Sin comentarios.